El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es una condición crónica que afecta el sistema digestivo y puede presentar síntomas como dolor abdominal, distensión y cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento.
Cuando se experimenta diarrea en el contexto del SII, es importante adoptar una estrategia alimentaria específica para ayudar a reducir los síntomas.
En este artículo te contamos qué alimentos consumir y cuáles evitar durante los episodios de diarrea en el SII, centrándonos en la reducción de lactosa, grasas, fibra insoluble, alimentos flatulentos y aquellos que son altamente fermentables.
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Reducir la lactosa
La lactosa es un azúcar presente en los lácteos que puede ser fermentado por las bacterias del intestino, lo que puede empeorar los síntomas de diarrea en algunas personas.
Por precaución, es recomendable reducir el consumo de lactosa durante los episodios de diarrea en el SII. Se pueden seleccionar lácteos sin lactosa, ya que estos productos son más fácilmente digeribles y menos propensos a causar fermentación.
Controlar la ingesta de grasas
Las grasas pueden estimular la secreción biliar y acelerar el tránsito intestinal, lo que puede empeorar los síntomas de diarrea. Sin embargo, no se trata de eliminar todas las grasas de la dieta, sino de elegir fuentes de calidad.
Se recomienda consumir pescado azul, frutos secos y aguacate, que son opciones saludables y ricas en grasas beneficiosas para el organismo. Si resulta pesado consumir pescado azul, se puede combinar con pescado blanco hasta completar la ración y aumentar la frecuencia de consumo.

Limitar la fibra insoluble
La fibra insoluble tiene un efecto laxante, lo que puede aumentar la frecuencia de las deposiciones durante los episodios de diarrea. Es aconsejable sustituir los cereales integrales y sus derivados por opciones refinadas de fácil digestión.
También se debe evitar el consumo de salvado de trigo, ya que puede empeorar los síntomas. En el caso de las legumbres, se puede probar la tolerancia pelándolas o pasándolas por un pasapurés para reducir el contenido de fibra.

Evitar alimentos flatulentos
Los alimentos flatulentos, como las legumbres y las crucíferas (coliflor, repollo, coles de Bruselas, berza, brócoli), pueden aumentar la producción de gases y empeorar los síntomas de diarrea.
Se recomienda consumir pequeñas cantidades de legumbres en guisos que contengan patatas, zanahorias o espinacas, ya que estos ingredientes ayudan a reducir la producción de gases.
Reducir los alimentos altamente fermentables
Algunos alimentos son altamente fermentables y pueden empeorar los síntomas de diarrea en el SII. Es importante tener en cuenta la tolerancia individual a estos alimentos, ya que pueden variar de una persona a otra.
Algunos alimentos a considerar son el almidón retrogradado (patatas y arroz hervidos y enfriados), ajo, puerro, cebolla, guisantes, espárragos verdes, maíz y miel debido a su efecto osmótico. Es recomendable evaluar la tolerancia personal a estos alimentos y retirar solo aquellos que se perciban como desencadenantes de los síntomas.
Ideas de comidas
- Acelgas con zanahoria y patata + pechugas de pollo a la plancha.
- Bol de canónigos y cherris + arroz blanco con tomate y huevo.
- Ensalada de rúcula, tomate, canónigos, atún, huevo duro y patata cocida.
- Hélices de garbanzo con espinacas rehogadas con zanahoria y semillas de lino.
- Puré de espinaca, zanahoria y patata (o ensalada) y pollo asado con patatas.
- Tortilla de patata (sin freír) con verduras asadas (calabacín, zanahoria, berenjena, patata, pimiento rojo…)
- Lenteja roja con patata y zanahoria y taquitos de pollo con ensalada.
La alimentación juega un papel crucial en el manejo de los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable, especialmente durante los episodios de diarrea.
Al reducir la lactosa, controlar la ingesta de grasas, limitar la fibra insoluble y evitar alimentos flatulentos y altamente fermentables, es posible aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única y puede presentar diferentes tolerancias alimentarias, por lo que es fundamental observar las reacciones individuales y adaptar la dieta en consecuencia.
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