Literalmente este curso ha dado un vuelco a mi forma de gestionar las consultas. Aportando herramientas claras y sencillas para cada una de las problemáticas que van surgiendo durante la educación alimentaria de nuestros pacientes. En mi mente, creía pensar que con el discurso valía. Pero me he dado cuenta que con un soporte físico y bien detallado de los objetivos, además de otras tareas dirigidas a comprometer y hacer consciente al paciente de sus capacidades, de su responsabilidad; la adherencia al cambio y la toma de consciencia es mayor. Y nosotros tenemos más recursos para encontrar las “cacas” que a veces son difíciles de detectar en una sesión de media hora. Gracias gracias gracias. Y después de un año, se que aún me queda por explotar al menos la mitad o más de las herramientas aportadas. Y lo de la nube no tiene nombre (it’s amazing). Porque el aprendizaje es infinito. No se queda en un simple fin de semana de euforia si no que esta tribu creada da para muchos años de aprendizaje. Enhorabuena